sábado, 21 de mayo de 2016

"CARACOLAS EN EL PULSO"



Hoy sábado 21 de mayo, dentro de los actos de la Feria del Libro de León, se presenta la obra "Caracolas en el Pulso" de Manuel Ferreo. Como "La Propina del Mar" el autor recopila una cincuentena de poemas de escritores ligados a León. Entre ellos se encuentra Raúl López López, director del Museo Liceo Egipcio.
Palacio de los Guzmanes, 20:30 hrs.
Entrada libre.

lunes, 7 de marzo de 2016

El Evangelio de Judas ¿Hallazgo histórico o revolución religiosa?


 




Noches Vaticanas 

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Unas semanas después de que la noticia de la aparición de un nuevo evangelio atribuido a Judas Iscariote, tuve la fortuna de asistir como conferenciante al XXXV Incontro di Studiosi dell¿Antichità Cristiana en Roma ¿Qué mejor lugar para plantearse la cuestión? Tras el primer día, el Instituto Augustinianum, junto a la Plaza de San Pedro, nos obsequió con una cena en los jardines de su institución. Sobre la colina de Gianiccolo con la cúpula de Bermini iluminada al fondo, el aroma a hierba recién cortada y el rumor de las hojas de los árboles nos dispusimos a cenar. Nuestra mesa contaba con algunas de las mentes que definirían el parecer del resto del mundo sobre el Evangelio de Judas. El afable argentino Francisco García Bazán, traductor al español de los textos de Nag Hammadi y experto mundial en gnosticismo, afirmó que era un texto importante, que arrojaba mucha luz sobre aspectos desconocidos del gnosticismo mientras su agradable esposa asentía las afirmaciones de su marido. Para el simpático Ramón Teja, uno de los mayores expertos en historia de la Iglesia, el texto era un hallazgo histórico destacable que no traería ninguna consecuencia para la ideología oficial de la Iglesia. Con nosotros cenaba el obispo copto de Asuán y uno de sus monjes. Ataviados con un habito negro y el llamativo gorro, representando las doce cruces de los apóstoles y la de Cristo, no pasaban desapercibidos ni en la multicultural Roma. Su opinión me parecía destacable en este asunto, pero la comida italiana había cautivado a nuestros egipcios. El joven monje sólo dejo de comer en dos ocasiones. Cuando una miga de pizza aparcó en el santo bigote de su maestro y paralizado la observó hasta que nuestro obispo captó el significado de aquel gesto y se deshizo de la osada miga. Y poco después, cuando un estridente sonido nos alertó a todos y el joven sacó de sus hábitos un teléfono móvil de última generación. A Alguno le pareció que sería un anuncio excepcional para cualquier marca. Tras la carcajada general, la conversación retomó su curso cuando el profesor de copto del Instituto nos dijo que él se interesaba únicamente en el aspecto filológico. García Bazán nos informó de que ya había realizado la traducción y que aparecería en unas semanas en España ( El Evangelio de Judas , Trotta, 2006 ([Agradezco en este punto la disposición de Librería Galatea en facilitarme los textos para este artículo]). La conversación siguió con las aportaciones de todos mientras la noche refrescaba, unos suecos que teníamos al lado asentían sonriendo a pesar del desconocimiento de la lengua y los monjes coptos daban buena cuenta de las últimas lonchas de prosciutto.  

Un descubrimiento sin látigo ni sombrero 

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Jebel Qarara (Egipto)

Una vez más, no fue una vida dedicada al estudio, ni una concienzuda investigación, ni un relato plagado de aventuras en el desierto, lo que llevó al descubrimiento. Sino el azar, la medida de nuestra ignorancia, el que condujo a un sorprendente hallazgo, aunque con unos comienzos un tanto delictivos. El relato del descubrimiento y los diferentes avatares del Códice Chacos han sido relatados cuidadosamente por Herb Crosney en El Evangelio Perdido (Editorial National Geographic, 2006), por lo que aquí daremos solamente una resumida cuenta de ellos. Fue en una cata clandestina en busca de antigüedades en torno a 1978 en el Egipto Medio donde se descubrió el códice. Más concretamente, en Jebel Qarara en la orilla derecha del Nilo, junto a la población de Ambar y a sesenta kilómetros al norte de El-Minya. Los ladrones vendieron el Códice a uno de tantos marchantes de arte de El Cairo. En este caso se llamaba Hanna y vivía en Heliópolis, un bario del nordeste. El apartamento de Hanna, repleto de valiosos objetos fue saqueado poco tiempo después, desapareciendo el texto copto. En los años siguientes, muchos de los objetos robados salieron a la luz en subastas europeas y el anticuario egipcio decidió viajar a Ginebra para recuperar alguno de sus antiguos tesoros. Con ayuda de un comerciante griego amigo suyo, recuperó el Códice en 1982. Con anterioridad, Hanna ya había consultado a especialistas sobre el valor del Códice y se convenció de que tenía entre manos un gran negocio, por lo que tasó el objeto en un precio excesivamente alto que impidió su compra durante largo tiempo. Una institución californiana se interesó vivamente por él pero no contaba con el dinero suficiente. Hanna alquiló entonces una caja de seguridad en un Citibank de Hicksville (Nueva York), donde lo depositó a pesar de un entorno poco adecuado a su conservación. Allí se mantuvo hasta que Frieda Nussberger-Tchacos lo adquiriera en abril del 2000. Posteriormente lo depositó en la Biblioteca Beinecke de la Universidad de Yale. Tras confirmar su valor, Frieda lo vendió en septiembre de 2000 a un desafortunado anticuario estadounidense llamado Bruce Ferrini. quien en un alarde de estupidez hortícola (por la inconfundible similitud entre el papiro y la lechuga sic. ) o por una inconfesable revelación mesmérica, decidió congelar el papiro para su «mejor» conservación. Tras un largo proceso de erosión, roturas, cambios de temperatura y descuidado transporte y manejo, la congelación lesionó el manuscrito de forma irreparable. Nadie puede eludir la estupidez humana, ni siquiera un documento único en el mundo. Como dirían los gnósticos, el desconocimiento, o la estulticia, es el mayor mal de la humanidad. La destrucción de la sabia que mantenía unidas las fibras del papiro hizo que este fuera extremadamente quebradizo y la evaporación del líquido de las fibras hizo que en su proceso de salida a la superficie los líquidos arrastrasen los pigmentos del interior oscureciendo algunas zonas hasta hacerlas casi ilegibles. La imposibilidad de cumplir con el acuerdo económico al que había llegado con Frieda Nussberger hizo que el códice le fuera devuelto a su anterior dueña. La Fundación Mecenas de Arte Antiguo compró el Códice en el que se incluía el Evangelio de Judas en febrero de 2001. Con la finalidad de restaurarlo, traducirlo y editarlo, para posteriormente devolverlo a Egipto al Museo Copto de El Cairo. Por su parte, Nacional Geographic Society y el Instituto Wait de Hallazgos Históricos, colaboran económicamente en los trabajos de restauración que lleva a cabo Florence Darbre. Adquiriendo la segunda los derechos de edición y difusión del texto copto en el que han trabajado varios especialistas encabezados por el coptista Rodolphe Passer. Sus estudios han dado como fruto el libro El Evangelio de Judas ( National Geographic , 2006). En él se publica por primera vez la traducción del evangelio y varios ensayos que ayudan a su mejor comprensión. Se proyectó para finales de 2006 la edición del texto original copto junto con fotografías a tamaño real de todas las páginas y fragmentos del Códice.


El copto, el idioma del Evangelio 

El copto es un idioma híbrido que surge tras la unión del neoegipcio jeroglífico y el alfabeto griego. Incorporándose siete signos procedentes de la escritura demótica, variante cursiva del jeroglífico utilizada para la escritura en papiros, para fonemas egipcios que no poseía el griego. La abundancia de términos griegos e importados, junto a la ortografía y la escritura diferencian en gran medida el copto del neoegipcio-demótico. No constituye una lengua unitaria, sino que se encuentra dividida en varios dialectos. El akhímico fue la lengua del Alto Egipto y evolucionó hacia el sahídico, dialecto de la región de Tebas. El bohaírico originario en sus comienzos del oeste del Delta del Nilo, y se convertirá en el lenguaje literario de todo el país en el siglo XI. Durante los siglos III y IV de nuestra era y el triunfo del cristianismo, desplaza al demótico y supera la dominación árabe llegando activo hasta el siglo XVIII como lengua del Egipto cristiano. En el siglo XI se data el último texto conocido de contenido no litúrgico. En copto se encuentran gran número de textos cristianos. Destacando el descubrimiento de 1945 en las cercanías de Nag Hammadi, localidad del Alto Egipto, de la mayor biblioteca de la Antigüedad de textos gnósticos y cristianos descubierta hasta el momento (52 códices), sin olvidar el hallazgo en 1947 de los Rollos del Mar Muerto. El texto del Evangelio de Judas que ha llegado a nosotros se encuentra escrito en copto, concretamente en forma de copto sahídico propia del Egipto Medio, también llamado copto del sur. Datos que confirman sus posible hallazgo en esta zona. Pero todos los datos gramaticales e históricos apuntan a que fue originalmente escrito en griego en torno a mediados del siglo II. Dado que el padre de la Iglesia y obispo, Ireneo de Lyon lo menciona en su obra contra las herejías cristianas Adversus Haereses (31,1), redactada en el año 180, el Evangelio debe de ser anterior a esta fecha. Otros padres de la Iglesia nos mencionan la existencia del Evangelio y de los cainitas, el grupo religioso gnóstico al que se adscribe. Pseudo Tertuliano en Adversus omnes haereses (2) y Epifanio de Salamina en su Panarion (H 38) también nos han dejado noticias de este grupo en sus disputas en su contra. La copia descubierta que en estos días se pone a la luz por primera vez data con casi toda certeza del siglo IV. Es muy probable que su poseedor o poseedores la tuvieran escondida, ya que en aquellos momentos se tachaba de herejía el contenido del Evangelio. 

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Códice Chacos


El Códice Tchacos 

El códice copto en el que fue hallado el Evangelio de Judas consta de aproximadamente 66 páginas, foliado en su parte superior, contiene tres textos más. La Carta de Pedro a Felipe se encuentra en las páginas 1 a 9. El texto ya era conocido por el tercer libro del Códice VIII de la Biblioteca de Nag Hammadi. El texto titulado Santiago se encuentra a continuación, entre las páginas 10 a 32. Como en el caso anterior, conocíamos el texto por la Biblioteca de Nag Hammadi, el tercer libro del Códice V. El título en este caso es Primera Revelación de Santiago , pero los dos contienen el mismo texto con ligeras variantes. El Evangelio de Judas se encuentra entre las páginas 33 a 58. No es éste el único texto que ha visto la luz por primera vez en época moderna. Entre las páginas 59 y 66 se encuentra muy dañado, perdiendo incluso su título original. Se denomina Libro de Alógenes , por su protagonista, un personaje conocido por el tercer libro del Códice XI de Nag Hammadi. La denominación actual del Códice se debe a una de sus antiguas poseedoras, Frieda Nussberger-Tchacos, como es tradición en este tipo de hallazgos.

Cristianismos perdidos

Los primeros siglos de nuestra era se pueden caracterizar religiosamente por una búsqueda de nuevos caminos y sentidos para el individuo. La religiosidad tradicional de Occidente entra en una continua decadencia y los hombres se afanan en buscar nuevas creencias que llenen el vacío dejado. Proliferan así un gran numero de sectas, muchas de ellas provenientes del Próximo Oriente. El cristianismo es una religión oriental adoptada por Occidente. En estos primeros siglos, el cristianismo se encuentra en el proceso de unificar y definir su identidad dentro de su diversidad religiosa. El cristianismo que ha llegado a nosotros no fue el único posible. Durante años existieron cristianos ebonitas, marcionitas, valentinianos, ofitas y gnósticos, entre otros, existiendo a su vez divergencias dentro de ellos. El intento de unificación del cristianismo fue guiado en un mayor número de ocasiones por cuestiones políticas e históricas que por religiosas. Una ley universal afirma que la historia la escriben los vencedores, y ésta no fue la excepción a la regla. Un cristianismo se convirtió en ortodoxo (opinión correcta) y el resto en heréticos (herejía significa «elección». Siendo los herejes los que han elegido erróneamente).  

Evangelios apócrifos

«La Iglesia tiene cuatro evangelios, pero los herejes tienen muchos» afirmaba Orígenes de Alejandría en la primera mitad del siglo III. En el camino por la estandarización, hubo que definir cuales serían los textos a seguir dentro del cristianismo «ortodoxo». Fue Ireneo de Lyon el que indicó a los de Mateo, Marcos, Lucas y Juan como los evangelios a leer por la Iglesia que se convertiría en «oficial». El obispo alejandrino Atanasio concretó en el 367 los 27 textos de la que hoy conocemos como el Nuevo Testamento. El resto de evangelios, algunos casi tan antiguos como los canónicos, como el de Tomás, Felipe o María Magdalena, quedaron en el olvido. Cuando el emperador Constantino legaliza y agasaja el cristianismo oficial y organizado, al resto se les prohíbe finalmente sus reuniones. Quedando desligados de las manos del poder que llevarán a la Iglesia hasta la actualidad. Los evangelios apócrifos nos ofrecen en muchas ocasiones visiones alternativas del cristianismo y en especial de la figura de Jesús, constituyendo documentos de gran importancia para la historia. El Evangelio de Judas se une a la larga lista de ellos.  

El Gnosticismo

Durante muchos años, el conocimiento que se poseía sobre el gnosticismo se debía a uno de los hombres que más férreamente luchó contra él: Ireneo de Lyon, obispo en el siglo II de la antigua Lugdunum. Tras los descubrimientos de Nag Hammadi, los especialistas han precisado las opiniones de su adversario. Como ocurre con el cristianismo, el judaísmo y otras religiones actuales, existen en ellas varias corrientes de interpretación y pensamiento. No obstante todas se reconocen pertenecientes a un tronco común. Como ocurre con el cristianismo católico, protestante u ortodoxo. Del mismo modo, el gnosticismo, característico de los cuatro primeros siglos de nuestra era, se ramificó en un gran número de corrientes religiosas. No perdiendo una serie de características que le otorgaban una identidad propia. Existía gnósticos cristianos y otros que no lo eran. El término gnosticismo proviene de la palabra griega gnosij «conocimiento». Son por tanto gnósticos, los que han alcanzado el conocimiento. No siendo este un conocimiento cualquiera, sino aquel que conduce a la salvación. Se trata de un conocimiento de la verdad interior que yace en cada individuo que nos conducirá a responder a las grandes preguntas del ser, el origen y la finalidad del ser humano para entrar en contacto con el verdadero Dios. Responder a las cuestiones que se planteaba aquella famosa canción que rezaba ¿Quiénes somos, de dónde venimos, donde vamos?... Para los gnósticos cristianos, Cristo había venido a revelar esos conocimientos a sus elegidos. En la teología gnóstica, el dios que creó este mundo es una divinidad secundaria. Sino ¿porqué iba a ser tan imperfecto? La deidad suprema, indefinible, inmaterial y ajena a este mundo, concibió una serie de seres espirituales o emanaciones llamadas eones. En un catastrófico acontecimiento, uno de los eones cayó fuera del inicial reino celestial. Concibiendo a su vez otros eones que se desarrollaron fuera de la esfera del dios supremo. Fueron estas divinidades menores las que crearon nuestro mundo material con objeto de conservar la esencia divina que aun poseían dentro de algunos humanos. Estas almas inmortales necesitan escapar de este mundo material y mezquino para volver a la esfera divina que les es propia. El Evangelio de Judas es un texto de carácter gnóstico, dado que en él se relatan aspectos propios de este movimiento religioso, como la impureza del cuerpo y de lo material, cosmogonías, eones, esferas y la migración de las almas elegidas a estrellas. Podemos encuadrar el texto en un gnosticismo cainita, la denominación que da Ireneo a los defensores de la figura de Judas y lectores de su evangelio. O dado que el nombre de Caín no aparece en todo el texto, definirlo como sético. Ya que se alaba a Set, el tercer hijo de Adán y Eva, y a su descendencia. Afirmando que Jesús es una manifestación de Set en este mundo.

 

Judas Iscariote, el de Queriyyot Jesrón, una de las ciudades de Judá, era el tesorero del grupo de seguidores de Jesús. Esto ha sido motivo de especulación sobre la avaricia de Judas. Como cuando en Betania protesta por el excesivo precio del bálsamo que utiliza María para ungir a Jesús (Juan 12, 1-8). Donde también se dice que robaba de la bolsa común. pero también es una muestra de la confianza que tenían los doce y Jesús en él. Para otros, Judas es un símbolo del judaísmo en su traición al Mesías. A cambio de treinta monedas, Judas le dio el más famoso y agrio beso de la historia. Tras lo cual, arrepentido hasta el paroxismo, se ahorcó según Mateo o se abrió el vientre siguiendo a los Hechos de los apóstoles. El arquetipo del traidor que ha desarrollado Occidente en torno a la figura de Judas ha calado tan profundamente en nuestras mentes que será imposible erradicarlo. Gran número de autores y obras se han centrado en su figura. Jorge Luis Borges en sus Tres versiones de Judas , Mijail Bulgakov en El maestro y Margarita , Marcel Pagnol en la obra de teatro Judas . Incluso Bob Dylan pronosticó en su tema With God on our side la cuestión que hoy se plantea todo el mundo «Tendrás que decidir, si Judas Iscariote, tenía a Dios de su parte». La revelación más destacable del Evangelio es la afirmación de que Judas no traicionó a Jesús, sino que obró por mandato suyo. Siendo el más aventajado de sus discípulos, el único que le había entendido plenamente. El encargado de liberar a Jesús de su cuerpo material. «Pero tú superaras a todos ellos, porque tú sacrificaras el cuerpo en el que vivo» se afirma en las primeras líneas del papiro foliado con el número 56.  

La risa del Mesías

En el Evangelio de Judas, se nos muestra curiosamente el lado gracioso y simpático de Jesús. Que si se representan vivamente en los evangelios apócrifos Mientras que en otros textos cristianos se nos muestra al Mesías libre de las emociones de la banalidad humana. En varias ocasiones Jesús se ríe, incluso tendiendo a la hilaridad, de la ignorancia de sus discípulos y de la futilidad de las preocupaciones materiales y típicamente humanas.

Anochecer en San Pietro 

Caminando por primera vez por la Via della Conciliazione para encontrarme con la sede de la cristiandad no me sentí abrumado por su belleza ni magnificencia. Pero quedé sobrecogido por su imagen de solidez y perdurabilidad que ofrecía el lugar. Recordando este hecho concluí que ningún evangelio desconocido removería los pilares de la Iglesia. El descubrimiento del Evangelio de Judas no hubiese sido portada de periódicos si no hubiese existido la sociedad actual como voraz caldo de cultivo para misterios del cristianismo y la historia. Pocos son los que sienten que el único misterio es el propio conocimiento. Que es allí donde reside el placer. 

 http://www.diariodeleon.es/noticias/revista/evangelio-judas-hallazgo-historico-revolucion-religiosa-judas-iscariote-actor-secundario-poca-fortuna-convertido-protagonista_265982.html

martes, 23 de febrero de 2016

Capote y España

El ser humano posee una memoria endeble y perezosa, por lo que necesita de aniversarios y acontecimientos festivos varios que le rememoren grandes hazañas y personajes. El año pasado revivimos al inmortal Cervantes y en este 2006, con la consabida experiencia económica de algunos, harán de Mozart un conocido músico. Bien sabido es que hasta lo más hermoso, visto muchas veces, acaba siendo banal. El único fin positivo que observo en el comercio con la cultura es que quizá así llegue a convertirse en un consumo de masas, como los teléfonos móviles. Lejos de esta ensoñación, el deseo de conocimiento siempre será patrimonio de unos pocos, mientras el resto están encargados del desprecio del mismo. Pero al menos a alguien puede seducir. Nunca antes el saber había sido tan accesible como en la actualidad, pero es verdad que en pocas épocas fue tan despreciado como en esta. Hoy el recuerdo nos lo acerca una película y dos libros. Pero primordialmente la primera. Capote ha devuelto a la palestra a uno de los mejores escritores del siglo XX. Lillie Mae Faulk, la madre de Truman Capote y otrora Miss Alabama, se casó en segundas nupcias en 1932 con un próspero industrial textil cubano de origen hispano, Joseph García Capote. Los Capote eran originarios de la isla de Las Palmas de Gran Canaria. Su apellido deriva del francés Capeto, probablemente traído por un general que arribó en la isla. Uno de los primeros médicos que ejerció como tal en la región era de la familia. El padre de Joe Capote fue un coronel del ejército español que fue enviado a Cuba en 1894 para luchar en la guerra. Participó en la batalla de la loma de San Juan contra los llamados Rouge Riders americanos del presidente Roosevelt. Tras el final del conflicto regresó a España y se casó en Barcelona, para luego volver a la isla caribeña y asentarse como terrateniente y dedicarse al cultivo de tabaco, como todavía hoy algunos de sus descendientes. Los Capote tuvieron tres hijos, de los que Joe era el mayor. Realizó sus estudios en la Universidad de la Habana y en 1924, con veinticuatro años, viajó a Nueva Orleáns en busca de trabajo. Fue en el vestíbulo del Hotel Monteleone, un año después, donde vio por primera vez a la madre de Truman. Su tez morena, el pelo moreno peinado hacia atrás, gafas y un cuerpo algo rollizo, no hacían de Joe Capote un hombre especialmente atractivo físicamente. Pero poseía otras cualidades, como una extrema pulcritud (se duchaba y cambiaba de ropa interior varias veces al día), elegancia en el vestir, vitalidad y predisposición para la diversión. Factores que agradaban a Lillie Mae. En busca de la ansiada prosperidad económica, Joe se fue a Nueva York donde trabajó como oficinista, mientras por las noches estudiaba contabilidad y administración en la universidad. En 1931 era jefe administrativo de Taylor, Clapp y Beall, una importante empresa de representaciones textiles y contaba con unos cuantiosos ingresos. Tras su divorcio de su primer marido, Arch Pearsons, el padre de Truman, Lillie Mae se casó con Joe en 1932. Truman dejó a sus tías en Monroeville y se mudó con ellos a Brooklyn. 



Nuevo padre 


Después de algún que otro altercado legal, el 14 de febrero de 1935, cuando tenía diez años, Joe pasó a ser oficialmente su padre y su nombre cambió de Truman Streckfus Persons a Truman García Capote, el nombre con el que llegaría al Parnaso. A diferencia del despreocupado estafador de poca monta que tenía por padre biológico, Joe fue muy cariñoso y comprensivo con Truman, llevándole a buenos colegios y apoyándole incluso cuando su madre no lo hacía. Como en su manifiesta homosexualidad. Posiblemente de él adquirió la costumbre de incluir en sus frases y textos palabras en castellano. Con los ingresos de Joe, la madre de Truman alcanzó el estatus social que deseaba como provinciana. Ropa a la última, fiestas, vacaciones¿ la mundana Miss Alabama se había metamorfoseado de tal manera, que llegó a cambiar su nombre por el de Nina. Tras un decepcionante paso por los estudios, Capote trabajó de currito en la sección de ilustración de The New Yorker, donde fueron rechazados todos sus relatos. En 1944, decidió dedicarse íntegramente a la tarea de ser escritor y concluir una novela que había iniciado, Summer Crossing. Para ello, se alejó del bullicio neoyorquino, de las fiestas en el apartamento familiar en Riverside Drive de Manhattan y del creciente alcoholismo de su madre. Volvió a Alabama, a Monroeville, en compañía de su tía Sook y de su gran amiga Nell Harper Lee. La novela trataba de las vicisitudes amorosas y vitales de una chica bien de la Quinta Avenida en un verano en el que sus padres se van de crucero. Poseído por el aroma sureño, dejó Crucero de verano y se dedicó a Otras voces, otros ámbitos, su primera novela. Nunca concluyó su idea inicial, pero recientemente fue hallado el manuscrito en el sótano su adorada casa, pintada en su época de un chillón amarillo, en el 70 de Willow Sreet, en Brooklyn Heights, que le había alquilado su amigo Oliver Smith. El hallazgo consta de cuatro cuadernos escolares y setenta y dos textos complementarios en hojas aparte. Fue subastado, y adquirido por la Public Library de Nueva York. Ya ha sido publicado en EE.UU. y apareció en nuestras librerías el 24 de febrero de la mano de la editorial Anagrama, dándonos a conocer las inéditas palabras de un jovencísimo Capote y los intereses sociales que le acompañarán a lo largo de toda su vida. La esperada novela del considerado «primer novelista inédito americano», tras su primer logro con el relato Miriam, obtuvo un gran éxito. Otras voces, otros ámbitos, marcada por un fuerte carácter autobiográfico, fue publicada por Random House en 1948 con una polémica contraportada que le haría famoso a él y al libro. Con los ingresos, Truman y su pareja Jack Dunphy, otro escritor, se embarcaron en el Queen Mary camino de Europa en busca de nuevas emociones y renovadas palabras. Tras el frío parisiense, hallaron sol y tranquilidad en Italia. Venecia, Roma, la isla Ischia (donde retomó Crucero de Verano para dejarlo definitivamente) y Taormina en Sicilia, fueron lugares en el que la mágica luz del Mediterráneo sedujo a Capote, y que describe con esa naturalidad envolvente en Color local . Una biografía geográfica incluida posteriormente con Cantan las Musas y otros artículos en Los perros ladran. En esta obra, escribe su único texto publicado dedicado a sus vivencias en España. Instados por unos amigos, decidieron dejar su residencia en Ischia e ir a trabajar el verano y el otoño a Tánger. Destino de amigos como Cecil Beaton o Jane y Paul Bowles, con quienes estuvieron allí. A principios de julio de 1950, Truman y Jack cruzaron en tren España camino de Gibraltar. Con 25 años escribió Un viaje por España. Un breve relato que narra las aventuras de su viaje entre Granada y Algeciras. Con cierto parecido con la atmósfera de su anterior relato Un árbol de noche , pero con mayor humor, Truman se detiene en la mayor parte de los tópicos hispanos, no carentes de verdad.



Los bandidos españoles


Como la belleza del paisaje, la exquisitez de los manjares, la siesta, el desconocimiento de la prisa o la proliferación de la «soldadesca». Sin olvidar uno de nuestros personajes más aguerrido, el bandolero. Por lo visto no necesitó de una serie televisiva para mitificarlo. Otros compatriotas le habían contado a Truman las fechorías de los bandidos españoles, y tras oír un disparo, grito con aquella voz tan peculiar ¡bandidos, bandidos¿! Asustando a todos los pasajeros. Al final todo quedó en un pequeño incidente que se solucionó con una camisa de Truman y dos botellas de vino, con destacada importancia de las segundas. Llegaron a Tánger el 2 de julio. Escribió el relato con uno de sus lapiceros Black Wing en cuestión de horas y por ello lo apreciaba. Porque Truman afirmaba que sufría mucho cuando escribía, incrementándose esta sensación con A sangre fría. El incidente también lo relata en una de sus cartas al fotógrafo Cecil Beaton apostillando: es un país precioso. Editado por el autor de su más completa biografía (reeditada recientemente por Ediciones B), Gerald Clark, se publica próximamente en España correspondencia completa de Capote, titulada Un placer fugaz . Bajo los auspicios de la Lumen, podemos realizar un paseo íntimo por la vida del escritor en cuatro etapas y con un título inmejorablemente descriptivo: 1924-1948. Los años exuberantes: un Merlín en Alabama y un Puck en Nueva York; 1949-1959. Los años de aventura: recorriendo el mundo; 1959-1966. Cuatro asesinatos y un baile en blanco y negro; 1966-1984. Plegarias: atendidas y desatendidas. Los asesinatos de una familia de acomodados campesinos, los Clutter, en Holcomb (Kansas) en noviembre de 1959 marcaron, a pesar de la distancia, la vida del, por entonces, neoyorquino Truman. Se desplazó al pueblo a recoger información con su amiga de Monroeville, Nell Harper Lee, que por entonces había terminado su primera y última novela, Matar a un ruiseñor (reeditada este año, para satisfacción de los lectores, por Byblos). Con ella obtendría el Premio Pulitzer en 1961. Sería llevada al cine un año después con Gregory Peck, obteniendo dos Oscars. La idea inicial de un artículo breve para The New Yorker , pronto quedó relegada por el cariz que tomaban los datos tomados en el condado de Finney. La psicosis colectiva de un pueblo hasta la fecha tranquilo y, sobre todo, la captura de los asesinos y la especial relación que comenzó a mantener Truman con uno de ellos, Perry Smith, hicieron que el tema tomara una dimensión trascendental. La vida de Perry y la del propio Truman tenían importantes similitudes. Su baja estatura, los diferentes hogares en la infancia, la ausencia del cariño paterno y las vejaciones infantiles. Los dos habían tenido una madre alcohólica. Nina, la de Truman, se había suicidado con una sobredosis de Seconal en 1954 por miedo a la pérdida de su situación social tras un descenso en sus ingresos. Mientras que la de Perry, una india cherokee llamada Flo, se había ahogado en su propio vómito. Tras la condena a muerte el 29 de marzo de 1960, Nell y Truman dejaron el Hotel Warren, su hogar durante meses, y volvieron a sus casas. Habían gastado meses de sus vidas y ocho mil dólares en una experiencia que cambiaría sus vidas. Entusiasmado con las posibilidades literarias que en sus manos podían tener cuatro asesinatos en un pueblo perdido de Kansas e intuyendo la concentración que ordenar la ingente cantidad de información que habían recavado, se alejó de las fiestas neoyorquinas. Como había hecho en otras ocasiones, buscó su refugio en Europa. Una vez más, Truman y Jack tomaron el Queen Mary , ya que viajaban con animales de compañía que no se permitían en el avión. Desembarcaron en Le Havre a finales de abril de 1960. Con un coche alquilado rebosante de maletas y animales, cruzaron la frontera y llegaron a España. Eligieron como lugar de retiro para escribir el libro, Truman pensaba que le llevaría un año, el por entonces tranquilo pueblo pesquero de Palamós. Iluminado como antaño por las luces del Mediterráneo, se imbuyó en el mar de notas que se había traído de Holcomb (cuatro mil páginas mecanografiadas) y se centró en la ardua tarea de poner por escrito aquella tragedia digna de Eurípides. Pero el drama atendía a un devenir propio. Las ejecuciones se aplazaron en varias ocasiones y la novela «primera» de no ficción debía de esperar a la finalización de los hechos. Para no perderse ninguna noticia e incluso ampliar los datos que poseía, mantuvo una intensa correspondencia con los amigos que había dejado en la metodista Garden City, la capital del condado de Finney. La estancia en Kansas fue uno de los acontecimientos más importantes en la vida de Truman, cambiando su vida en muchos aspectos, la mayoría negativos.  



Pesadillas 


 Obsesionado por el incidente, en las tranquilas noches en la Costa Brava, eran recurrentes las pesadillas sobre los hechos acaecidos dos años antes a miles de kilómetros. Continuaría con estas pesadillas durante toda su vida, sobre todo después de asistir a las ejecuciones. La obsesión por el asesinato, los asesinos y la espera de acontecimientos le sumergieron para siempre en una espiral de alcohol y drogas. Como era su costumbre, trabajaba por la mañana y se divertía por la tarde. Fueron varios los amigos que se trasladaron en yate o por tierra a visitar a Truman en su retiro español, lo que molestaba enormemente a Jack, hombre solitario y de pocas palabras. Cecil Beaton llegó en mayo y le siguieron otros como el matrimonio Guinness, Gloria y Loel, o Noël Coward. Sólo salió de Palamós en junio para volar a Londres a visitar a un psiquiatra que le ayudase a penetrar en la cabeza de los asesinos. En junio cambiaron de residencia. Se trasladaron a una más espaciosa, con playa particular, un gran jardín y un chalé anexo. Contratando para el servicio a una cocinera, dos criadas y un jardinero. En octubre había escrito una cuarta parte de la obra, y dado que a Jack le encantaba esquiar, cogieron el coche y se trasladaron al pequeño pueblo suizo de Verbier. donde Patrick, el hijo de Loel Guinness, les había alquilado un pequeño apartamento. Dado que no podían utilizar el apartamento hasta Navidad, pasaron tres semanas en Munich, donde murió Bunky, el bulldog de Truman, que había vivido con ellos desde el rodaje en Italia de La burla del diablo en 1954, causándoles un gran dolor. Pero no sería la única pérdida en esos años, ya que posteriormente falleció Nelly, un terrierkerry que tenían desde 1950. Tras una estancia en Londres para la adaptación cinematográfica de Otra vuelta de tuerca , titulada The Innocents (Suspense, protagonizada por Deborah Kerr y Michael Redgrave), volvieron a Verbier en febrero e 1961 y se compraron una casa con lo ganado en la adaptación. Durante su estancia en Europa, pasaron la primavera y el verano en Palamós, y el otoño y el invierno en Verbier. Alterando esta rutina en enero de 1961, cuando Truman viajó a EE.UU. para entrevistarse con la hermana de Perry. Al llegar el segundo verano en Palamós decidieron cambiar y viajaron a Córcega. Pero el lugar les disgustó y volvieron a su antigua residencia catalana. Aquel verano de 1962, les visitó a mediados de julio Lee Radziwill, la hermana de Jackie Kennedy, gran amiga de Truman. A ella le siguió uno de los cisnes que Truman tanto adoraba, Babe Paley, con su marido Hill, y tras ellos Gloria Vanderbilt. En noviembre viajó a Londres para un almuerzo con la reina madre, de lo que alardearía durante toda la vida. A pesar de todo, Truman había trabajado más que nunca, levantándose a las tres o las cuatro de la mañana, y las tres cuartas partes de A sangre fría estaban terminadas a principios de 1963. Ahora sólo cabía esperar a las ejecuciones, y decidieron volver a Nueva York, a los bajos de la antigua casa de Brooklyn Heights. Truman había pasado parte de los transcendentales años de redacción de su más afamada novela en las costas españolas. 

Testigo de la ejecución 


La ansiosa espera por la publicación de A sangre fría concluyó el 14 de abril de 1965, cuando Truman asistió al ahorcamiento de los asesinos. Tras aparecer inicialmente por entregas entregas en The New Yorker, fue publicado finalmente en forma de libro en 1966. Haciendo a Truman rico y famoso hasta cotas insospechadas, pero a un alto precio. La novela fue llevada al cine en dos ocasiones en vida del autor y el 24 de febrero se ha estrenado una nueva versión dirigida por Bennett Miller. La interpretación de Philip Seymour Hoffman en el papel de Truman ha sido, con razón, ampliamente elogiada. La particular voz y los gestos del actor rememoran en algunos momentos al escritor. La relación de Capote con el cine fue intensa, pero de desigual fortuna. Obras suyas fueron llevadas al cine, la televisión y el teatro. Realizó también adaptaciones de obras y guiones. Realizó el guión de La sonrisa del diablo de John Huston con Bogart y el rodaje en Ravello (Italia) se convirtió en un gran jolgorio al que acudieron Orson Welles e Ingrid Bergman, entre otros. Humphrey solía llamarle Truman Caposy, por su amaneramiento, ya que posy significa ramo de flores. Se hizo acompañar durante toda su estancia de una urraca que le había regalado una sirvienta en Sicilia y que llamaba Lola. La adaptación de Desayuno en Tiffany s fue la que mejor suerte corrió. Truman siempre quiso que el personaje de Holly Golightly (que quería ir prácticamente a todas partes, sobre todo a Madrid), inspirado en muchos aspectos en su madre, lo representase su amiga Marilyn Monroe, con quien sin duda también guardaba ciertas similitudes. Pero al final recayó en la inolvidable Audrey Hepburn. La presencia española la puso Luis de Vilallonga en el papel del broncíneo José Ibarra-Jagear. Su deseo de notoriedad social, las fiestas en el Morocco y el Studio 54, o el apoteósico baile de blanco y negro en el Plaza, junto a sus excesos ensombrecieron en muchas ocasiones su labor literaria. Pero, hasta que el alcohol y las drogas no lo echaron a perder definitivamente, muchas de sus anécdotas de convirtieron en textos desenfadados que se devoran en una lectura ágil, plagada de carcajadas y de personajes famosos. La huida de Los Ángeles gracias a la cantante Pearl Bailey, disfrazado entre su t rouppe con un pantalón a lo Tony Manero y una camiseta que rezaba «Chupa, coño, no soples»; el oculto talento musical de Errol Flynn, que a Truman no sorprendió: Francamente, si no hubiera sido Errol Flynn, no creo que lo hubiese recordado; el «famoso» corredor de bolsa, de sesenta y cinco años, con gruesas gafas y gelatinoso como una medusa que hizo hervir a Marilyn Monroe¿ Podemos ver en estas anécdotas a ese espabilado niño sureño que describe su amiga Nell Harper Lee en Matar a un ruiseñor. Contaba historias increíbles mezclando realidad y ficción, a partes desiguales, para abrir la boca a todos sus amigos y conseguir ser el centro de atención. También nos confirma el hecho de que Capote no fue un intelectual sino un vividor y hábil conversador, que supo extraer de sus vivencias y las de otros material literario que, en principio, podrían parecer chismes de portera. Con la publicación de Côte Basque, un relato en el que destapaba las intimidades de sus amigos de jet , Truman descubrió que para ellos sólo era un entretenimiento. Lejos del glamour de antaño, ahora el Côte Basque es solamente un buen restaurante en la Calle 55 de Maniatan que tiene a honra estar enfrente de la elegante tienda de Manolo Blahnik. No fueron las incontables fiestas a las que asistió, ni los litros de whisky con tranquilizantes que tomó, ni su abierta homosexualidad, ni sus afamados amigos, los que han hecho a Truman Capote inolvidable. Ya ha habido otros más borrachos que duermen el dilatado sueño de la eternidad junto a Ozymandias. Fueron esas historias plasmadas en la más ágil de las prosas las que han hecho que perdure. Y los únicos depositarios de esa preciada herencia son sus lectores.

Publicado el 26/02/2006 
 http://www.diariodeleon.es/noticias/revista/truman-capote-espana_242532.html

lunes, 28 de septiembre de 2015

Tigre Astigmático


En el arrebato onírico de los sentidos,
Somos titanes mudos,
Soñolientas mezquindades
En busca de curiosidad.

Es en el cenagoso respirar del balbuceante
Donde he oído los versos más sinceros.
En su llanto, la melodía esencial.

La paladina majestad de la certeza
Se esconde tras tupidas faldas.
Entre hormigonados corsés,
Paladea una realeza ignorante y ronca.

En las noches oscuras,
Remito mi sombra lejos del ruido.
El tigre oscila astigmático sobre la alfombra.
Observa mi insidia
Relame mi miedo.
No soy su presa.
Él es mis entrañas.
Él soy yo.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Consumidores de sueños

No, no, no, no, no… nuestra vida ha sido negación. Sobredosis de trastos e hipoglucemia de sensibilidad. Susurros proféticos edulcorados y sentimientos punzantes de realidad que arden como el beso de una medusa en una refulgente tarde de verano juvenil. Consumidores con sueños que consumen para cumplir los sueños de otro que al realizarlos el desengaño le llevó de la mano a la autodestrucción. Un universo de células sedientas de sueños y sensaciones.

Eso somos.

Puede que ninguno de nosotros escriba palabras que asomen por encima de los letreros de publicidad que se yerguen enhiestos en los edificios, inundan las webs y definen la televisión. Que ninguno aparte el pie cuando el perro de política le mee sobre sus zapatos nuevos comprados en segundas rebajas. Seguro que ninguno de los vientres que han sido hombres serán capaces de aunar  en sus almas tanta sensibilidad como para adormecer y tranquilizar con una nana a las generaciones que mañana verán la luz, de neón, la luz de los monitores. Pero sí mantendrán sobre sus hombros la pena de los siglos, la inutilidad de la eternidad. Esconderán bajo la cama del polvo el miedo que nos hace niños, nos mantiene como hombres y nos resuelve como fiambres postrados en una esquina de la historia, en la nota al margen de un libro plúmbeo que retiran de la biblioteca porque nadie lo ha solicitado en lo que llevamos de eternidad. ¿Quizás en la siguiente?

Escucharemos el aullido de un lobo que desearíamos ser nosotros. Pues lo oímos desde un redil de inmaculada lana blanca, sólo violada por las heces. El parpadeo del neón, el ventilador de un ordenador, el gemido solitario frente a la pantalla, la inconsciencia y la desazón son las diapositivas de una clase futura que rememora el presente.

No recuerdo haber escuchado cómo sabe el néctar que consume una abeja. El ladrido de un  perro me despierta en una caricia ahogada en sudor. No recuerdo haber sido yo antes.

Espera en una esquina a que un dentista te llame para extirparte lo que de ego te pueda quedar. Sin dolor, anestesiado, como has vivido. Y luego parte a esa existencia que sólo se comprende a través de una pantalla. En la que posiblemente tú no estás, sólo eres una imagen de ti mismo vagando por un decorado en dos dimensiones, si no pagas un euro más por las gafas. Sólo serás tú, sólo existirás, si eres visto por los otros, a través de los otros. Y los otros de ti. Todos somos imágenes que se proyectan y reflejan en los ojos ajenos y propios.

Quizá pasee y escuche. ¿Me detendrán? Una resignación que es psicotrópico y denuncia. Desesperación cívica.

Envíale una solicitud por mail a Dios y pídele que te agregue como amigo en su cuenta. Esa será la futura salvación. Si eres protestante su foto no aparecerá en el perfil. El nuevo panteón. La nueva Capilla Sixtina será una web. Nuestro mejor amigo un móvil. La nueva Venecia se ahogará en combustible de los motores del pasado.

Un gañido hueco en un universo en bits que ni siquiera resuena en el ciberespacio. La sombra de un sol que siempre parece extinguirse para dar paso a un mundo mejor, pero que no lo hará. Porque es el único. Todas las generaciones tienen su revolución definitiva y entonan la letanía ausente del todo será diferente desde hoy. Falacia de un abogado ebrio en un local bajo la ley seca. La Nada es más, pesa más que toda esa frase bañada en plomo.

Escucha. Puede que alguien te diga. O seas tú quien lo descubra. O se canse de pensar en pensar y empiece a jugar a vivir. El agua acabará por atravesar el puente, pero el puente ha visto tanta agua pasar sin saber a dónde iba, sin regresos, sin noticias. Con ausencias que se agudizan y se olvidan con la llegada de cada primavera húmeda.

En todo teclado hay muchas letras. Letras con las que se define el mundo. Pero aunque minúsculo, siempre hay un punto.




viernes, 2 de septiembre de 2011

Mi Padre y Paul Newman



El inadaptado moderno

Es paradójico el hecho de que para comprender las cosas que le ocurren al mundo, y como una parte de él a nosotros mismos, tenemos la necesidad de distanciarnos. Cuando observamos un lienzo, buscamos perspectiva para una valoración adecuada. Como todo lo que acontece bajo el amparo de Ra, esto no pasa por descubrimiento. Ya hubo un Thoreau y un Walden, un Montaigne y una torre. Y tantos otros. Y yo no dejo de ser nada más que un inadaptado moderno más que tiene por terapia ocupacional buscar en la letra impresa, las notas del pentagrama y las imágenes la respuesta a sus preguntas, las de tantos, las de todos, a sabiendas que dónde estoy es todo lo lejos que voy a llegar. En la vida todo es terapia ocupacional.


en una sobria foto de estudio en blanco y negro…


La noticia

Pero el aislamiento tiene sus peligros. Había quedado con mis amigos de la infancia y les esperaba frente al quiosco de prensa de Guzman para un paseo de domingo otoñal por el rastro. Llegué pronto, lo que es más un deseo de la gente con quien me cito que una realidad en la mayor parte de las ocasiones. Como yonki de la letra impresa no hallé mejor forma de achicar el aburrimiento que hojear la prensa que en el quiosco se ofrecía. Un somero vistazo dio paso a la sorpresa cuando vi demasiadas portadas dedicadas a alguien que admiraba desde hacía años. No era habitual, las portadas se reservan normalmente a personajes que desconozco o ignoro. Un complot. Como aparece la imagen de una fotografía sobre el papel blanco en un cuarto oscuro se me reveló con claridad meridiana el hecho. Había muerto.

Mis amigos llegaron y, contrariado, les conté lo sucedido. “Hace ya semanas”, “Todo el día de médium leyendo las palabras de difuntos de siglos, milenios, te distancian de la realidad”. Concluidos con una carcajada como marco al reproche.
Mentiría si no confieso que lo que descubrí aquella mañana con paisajes en tonos cálidos me entristeció. Conduciéndome a la reflexión rayana en taciturnez. A parte de recordar el placer con el que había disfrutado con sus actuaciones, instintivamente me vino a la cabeza mi padre. En mi familia se había comentado que en una de las fotos de juventud se parecía mucho al actor. Busqué el monumento a la memoria de cualquier familia, su álbum de fotografías. Allí estaba mi padre en una sobria foto de estudio en blanco y negro con un botón negro en la solapa que recordaba que no hacía mucho había perdido a su padre, mi abuelo. No hallé ningún parecido, por sutil que este fuese, entre mi padre y el protagonista de “El Buscavidas”. Y sonreí por lo estúpido de haber creído que existía. Las únicas similitudes entre mi padre y el actor piloto de carreras eran ese displicente gesto de sujetar el pitillo en la comisura de los labios y el cáncer de pulmón que había puesto fin a las vidas de ambos.


Las únicas similitudes entre mi padre y el actor piloto de carreras
eran ese displicente gesto de sujetar el pitillo en la comisura de
los labios y el cáncer de pulmón…

Una tarde entre libros

Comenzaba a tomar forma en mi cabeza el deseo de escribir sobre el difunto actor. Pero no era capaz de definir el cómo, ni de ahuyentar el para qué, después de la proliferación de resúmenes de su vida extraídos de la Wikipedia publicados en cientos de medios durante las semanas posteriores a su fallecimiento.

En una de las tardes en las que pasaba a surtirme de charla y algunos libros en la librería Galatea conté mi desconcierto por la noticia y la anécdota de la foto de mi padre. Sonreímos. Sorprendido y divertido a la vez, Santi, el risueño dependiente de Eureka, que buscaba en la librería lo mismo que yo, me dijo que en su familia se contaba lo mismo de su padre. Qué poco valoramos el enriquecimiento personal que conlleva la conversación. Cuando salí, en mi paseo podía sentir como una sonrisa se dibujaba en mi rostro. Todavía en este estado encontré a Marti, la rubia pizpireta amiga de un  emperador romano lanudo. No pude dejar de contarle lo ocurrido. Ella, sobria, me miró desconfiada. “Eso mismo se decía de uno de mis abuelos”. Parecía un azaroso encaje de bolillos austeriano. Qué caprichoso es nuestro mundo en ocasiones. Todos parecíamos desear a Henry Gondorff como padre.


Revisitando placeres

En los siguientes días me embargó el deseo de volver los filmes del desaparecido actor. Sin discernir si se trataba de una terapia o de un ancestral conjuro para resucitar a los muertos, aunque sea un poco, en nosotros. Desempolvé mis películas y adquirí otras nuevas. Cruzándome con otros nostálgicos. Tarareé The Entertainer, el tema de “El Golpe” mientras me tocaba la nariz. Incluso le pedí al acordeonista de la Calle Ancha que lo tocara para mi y para todos. Desee vivir, ser feliz mientras él paseaba en su bicicleta a Katharine Ross al tiempo que sonaba Raindrops Keep Falling On My Head de B. J. Thomas en “Dos Hombres y un Destino”. Reí con un anciano y cínico albañil en “Ni un pelo de tonto”. Quedé cautivado por reposada intensidad de las imágenes cargadas de sentido de Sam Mendes en “Camino a la perdición”, su última película. Y lloré. “La gata sobre el tejado de zinc caliente”, “El largo y cálido verano”, “Dulce pájaro de juventud”, los dramas sureños de Tennessee Williams que tan bien interpretaba. Y tantas otras sensaciones en las demás consabidas películas “El color del dinero”, “Harper, detective privado”, “La leyenda del Indomable”… y me alegré de no haber visto hasta entonces algunas, incluso de no haberlas visto aun. La sensación que produce la certeza de posponer un placer es inmensa.



 
Desee vivir, ser feliz mientras él paseaba en su bicicleta
 a Katharine Ross al tiempo que sonaba Raindrops Keep
Falling On My Head de B. J. Thomas en “Dos Hombres
y un Destino”.

Los chicos

 
Sabia que todo eso no me ocurría sólo a mí. Que en los salones de infinitos hogares otros habían disfrutado como yo. Pero me apesadumbraba el hecho de que otros tantos desconocían ese placer. Iluminado por la convicción de que la función del maestro mostrar el camino de la vida a través del conocimiento, propuse a mis alumnos del pequeño grupo de Diversificación 4º de E.S.O. del Colegio Paula Montal de Astorga realizar una redacción sobre el personaje. La culminación fue ver una de sus películas. Cuando en la Sala de Audiovisuales, convertida en un pequeño cine, comenzaban a discurrir ante nosotros las imágenes de “Camino a la Perdición” me asaltó la sensación de que quizá para ellos, chicos de dieciséis y diecisiete años, aquello sería como las secuencias en sepia adornadas con el traqueteo de un proyector que aparecen en “Dos Hombres y un destino” para contar la historia de la Banda del desfiladero. “Hoy han muerto, pero en otro tiempo dominaron el Oeste”. Como en tantas otras ocasiones, me equivocaba. Observé en la oscuridad sus rostros apenas iluminados por los reflejos de la pantalla, concentrados, silenciosos, emocionados. La película les encantó y, tras ella, sen enzarzaron en una apasionada discusión sobre los absolutos en el ser humano, bondad-maldad, amor-odio y los diferentes tonos de gris de la realidad. Luego los recursos estilísticos, la cadencia y significado de las imágenes, la muerte como expiación representada por escenas donde siempre hay agua purificadora. Tantas cosas…


El final de la cabalgada

La vida de nuestro actor fue un “broadway” (dilatado camino) con más momentos ilustres que los treinta y nueve teatros de la mítica avenida de Manhattan y todos los que he conocido rezumaban un amor a la Vida que me embarga de alegría. Estoy convencido que aceptó la muerte con una sonrisa, como en el entierro de la anciana lunática que se fugaba caminando por la nieve en “Ni u pelo de tonto”. El hombre que sale de la cárcel para el sepelio, el acierto en la Triple Gemela. Imágenes de amistad y esperanza. Y con valor, como Butch Cassidy con su inseparable amigo Sundance Kid saliendo de aquel cobertizo de piedra en Nuevo México camino de la muerte, camino del mito. Despidiendo la vida como una mariposa que con las alas exhaustas se posa para descansar. Así murió nuestro hombre, rodeado por su familia como los héroes anónimos protagonistas de nuestras pequeñas grandes batallas de cada día.








jueves, 23 de junio de 2011

Jung. El hombre que vió a los dioses llegar desde Bollingen


REFLEXIONES TRAS LA LECTURA DE UNAS LÍNEAS DE

INTRODUCCIÓN A LA ESENCIA DE LA MITOLOGÍA

DE C. G. JUNG Y K. KERÉNYI

Carl Gustav Jung


¿Qué fue la mitología? ¿Qué función cumplió, y cumple en la sociedad de hoy, si existe? Es indudable que en la actualidad no podemos librarnos del poder de la ciencia, de la búsqueda de la “verdad” al afrontar o experimentar lo mítico, porque no llegamos a él límpiamente, sino precavidos, incrédulos, cínicos y estoicos a la vez. Por ello, el mito no nos afecta de igual manera, que en tiempos pretéritos. ¿O no?

Portada española del libro

El mito no se puede desligar de la definición del mundo que utiliza la sociedad o cultura que lo posee. Una comunidad indígena del Amazonas nunca repararía en crear una divinidad de Internet, pero puede que la sociedad actual la acabe por crear. Dependiendo entonces del estadio cultural, entorno y necesidades de una sociedad, sus mitos expresarán un tipo de conceptos e ideas acordes con estos. En las sociedades de cazadores recolectores, proliferan dioses animales, astrales, ritos de fecundidad, etc. Con el tiempo, estos mitos se adapatan a las necesidades y contextos nuevos, sino perderían vigencia, y de todas formas ya se trata el individuo de adecuarlos debidamente.

El mito se nutre de una amalgama de realidades, necesidades y anhelos del individuo. En sus héroes y divinidades siempre verá poderes y actitudes que a él se le niegan: fuerza, valor, belleza, eternidad, volar... que le ayuden en su situación o, incoscientemente al menos, le ayuden a creer que podría existir o existe un mundo mejor, una divinidad que haga justo el mundo en el que vive, que le dote de unas reglas por las que deba regirse para así triunfar, un modelo o arquetipo. Ese ente configura y define el mundo, o cómo lo percibe el individuo. Teniendo la posibilidad de recurrir a él en caso de necesidad. De esta forma, elude la responsabilidad de ser el único responsable de sus actos; de tener cada individuo que definir al nacer su mundo y no entenderse con el prójimo; de saber que no existen reglas sociales, morales o religiosas que favorezcan y castiguen; que está sólo, en la gélida soledad; y de que todo es resultado del azar, como medida de su ignorancia. Porque nunca será capaz de conocer todos los condicionantes de un hecho; de saber que estos son fríos, sin conciencia y ni moral, y que afectan y afectarán por igual a todos.


En Bollingen frente al lago


De esta forma, el ser humano ha tomado de su entorno los elementos para construir su mitología. Estos varían, mutan unos, aparecen otros, y algunos desaparecen. Comenzando con un esquema básico: vida, muerte, familia, reproducción, alimentación... se ha construido un entramado de significados y sentidos casi infinito, que varia según la sociedad, el entorno y la cronología. Las similitudes entre culturas y cronologías son comunes. La teoría del inconsciente colectivo de Jung afirma que todos estos datos se encuentran entre los conocimientos inconscientes del individuo, afloran de él sin que pueda dominarlos. En mi modesta opinión, podríamos precisar esta afirmación. Es evidente que los problemas básicos del individuo, en todos los lugares y épocas son los mismos, lo que les diferencia es como los afrontan. Pero los utensilios con los que cuentan mentalmente son los mismos. No haciendo en esta afirmación referencia a útiles materiales como madera, hierro, etc... estas serían las variantes del hábitat.

Entonces, tener como esquema básico de organización a la familia; destacar la femineidad, positiva o negativamente, y asociarla a la reproducción; divinidades infantiles con rasgos propios de su carácter; culto astral... y tantas otras; es propio de todas las culturas. Obvio. El mito, como el conocimiento cultural, es un fenómeno evolutivo. Desechando unos aspectos, adaptando otros y creando nuevos. De tal suerte que cuanto más nos retrotraigamos hacia un punto inicial de cultura que sólo posee los elementos básicos, mas similitudes encontraremos. De todas formas, las elementales siempre estarán presentes, porque ningún individuo se encuentra ajeno al mundo en el que vive. El esquema se ha invertido con la sociedad de la comunicación, donde los datos son comunes a una inmensidad de individuos, y los rasgos individualizantes de las culturas se van anulando en favor de una cultura común.

El pensamiento racional y científico no ha anulado el mítico, sino que ha hecho que este mute en formas inteligibles para la sociedad del momento. El mito sigue rellenando el hueco dejado por el conocimiento racional, que aunque rellenemos incansablemente siempre seguirá existiendo. Si partimos del presupuesto de que el mito debe de estar presente en la vida de las personas, ¿existen mitos hoy día? La literatura ha dado muestras claras de pensamiento mito-poético creando sagas como “El Señor de los Anillos” o “Narnia” ubicadas en un no tiempo mítico con rasgos arcaicos. En ellas Tolkien y Lewis se apropian de mitos clásicos y semíticos, modificando los nombres, para narrar sus novelas. Los utilizan conscientemente, como personas cultas que eran, a sabiendas de su origen. Es verdad que la mayoría de sus lectores y seguidores desconocen este origen, pero entiendo que estos textos son recreaciones manuales y conscientes de un solo individuo, sin afectar a las creencias y sociedad actuales, por los que a mi juicio no son ilustrativas en lo que nos ocupa.

Más importante es la saga de la “Guerra de las Galaxias”. No por su calidad literaria, ni por su originalidad argumental, basada en la eterna lucha entre el bien y el mal. Sino que en ella aparece patente uno de los mitos que ha dado la nueva ciencia: el espacio. Podríamos considerar como nuevos relatos mitológicos los OVNI´s. La gente cree en ellos, influenciados por los descubrimientos científicos y las exploraciones espaciales que os hacen aparentemente posibles.